Dislipidemia ¿cómo afecta el colesterol y los triglicéridos a tu salud cardiovascular?
Dislipemia
En un mundo cada vez más sedentario y con una alimentación poco saludable, el riesgo cardiovascular se ha convertido en una epidemia silenciosa que amenaza a personas de todas las edades. Esto ha llevado a un aumento de enfermedades que afectan tanto al corazón como a los vasos sanguíneos, incluyendo la hipertensión arterial, la hiperglucemia, la dislipidemia, el sobrepeso y la obesidad.

Por eso, es crucial empezar a cuidar tu corazón como nunca antes, ya que estas enfermedades relacionadas a la salud cardiovascular aumentan la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y otras complicaciones.

Porque tu bienestar es lo más importante, en este artículo exploramos cómo la dislipidemia puede afectar nuestra salud cardiovascular y aumentar el riesgo de desarrollar una cardiopatía isquémica, una de las principales causas de muerte a nivel mundial.

Qué significa tener dislipidemia y cómo se diagnostica

Los lípidos son moléculas de grasa que nuestro organismo necesita para su adecuado funcionamiento, el exceso de ellas se les llama dislipidemia. Imagina que los lípidos son pequeñas partículas de grasa que circulan por tu organismo. Pues bien, en la dislipidemia, algunos de estos lípidos se elevan de manera anormal.

Las dislipidemias pueden ser de origen primario o genético, que se debe a defectos en la manera como el cuerpo metaboliza las lipoproteínas y secundario, que es la consecuencia de otras enfermedades como diabetes mellitus, enfermedad renal, hipotiroidismo y otros factores de riesgo como obesidad, sedentarismo, tabaquismo, alcoholismo y malos hábitos alimenticios.

Las podemos dividir en 4 grupos:

  • Hipercolesterolemia aislada.
  • Hipertrigliceridemia aislada.
  • Dislipidemia mixta (aumento de colesterol y triglicéridos).
  • HDL bajo aislado.
Se diagnostica mediante la medición del perfil lipídico, un examen que se toma en sangre. Se toman niveles de colesterol total, triglicéridos, VLDL, LDL y HDL. No se deben tomar durante procesos inflamatorios, porque se pueden alterar los resultados.

Una vez obtenidos los resultados, el médico los analizará en busca de desequilibrios. Si se detecta una elevación anormal en el colesterol total, los triglicéridos o las lipoproteínas HDL y LDL, se confirma el diagnóstico de dislipidemia.

Es importante realizar estas pruebas regularmente, ya que la dislipidemia no presenta síntomas al principio, pero puede tener consecuencias negativas para la salud a largo plazo.

Cuáles son los niveles normales de colesterol y triglicéridos

Mantener niveles saludables de colesterol y triglicéridos es crucial para la salud de tu corazón, ya que altos niveles pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por ejemplo, niveles elevados de colesterol LDL ("malo") pueden contribuir a la formación de placas en las arterias, mientras que los triglicéridos altos están asociados con un mayor riesgo de enfermedad coronaria.

Se recomienda mantener los siguientes niveles:
  • Colesterol total: por debajo de 200 mg/dL.
  • HDL (colesterol "bueno"): se sugiere que esté por encima de 40 mg/dL.
  • LDL (colesterol "malo"): debe estar por debajo de 100 mg/dL.
  • Triglicéridos: se recomienda mantenerlos por debajo de 200 mg/dL.
Recuerda que los niveles pueden variar según el riesgo individual de cada paciente, por lo que es necesario seguir las indicaciones del médico tratante.

Cómo afecta la dislipidemia nuestra salud cardiovascular

Cuando una persona tiene dislipidemia, los lípidos pueden acumularse en las arterias y formar placas de grasa. Con el tiempo, estas placas pueden estrechar las arterias.

Esta acumulación de placas de grasa y el estrechamiento de las arterias se conoce como aterosclerosis. Si esto ocurre en el corazón, puede provocar problemas como angina de pecho o incluso un ataque al corazón.

¿Cómo puedo disminuir mis niveles de colesterol y triglicéridos?

Muchos pacientes enfrentan dificultades para lograr un buen control de la dislipidemia, es crucial recordar que es posible alcanzarlo. Tras recibir el diagnóstico de dislipidemia, es fundamental seguir las indicaciones médicas, tomar los medicamentos recetados, y realizar cambios en la dieta y el estilo de vida para cuidar nuestra salud. Juntos, estos pasos nos acercan a un mejor control y bienestar.
Algunos de los cambios más importantes que debes tener en cuenta son:

  • Disminución de la ingesta de grasas saturadas y colesterol.
  • Aumentar la proporción de fibra dietética, e hidratos de carbono complejos.
  • Mantener tu peso óptimo de acuerdo a tu estatura, edad, género y composición corporal.
  • Abstinencia de azúcares.
  • Alto consumo en pescados ricos en ácidos grasos omega-3.
  • Hacer ejercicio con mayor frecuencia, ya que ha demostrado disminuir la concentración de LDL y ayuda a mantener el peso ideal.
  • Tanto el entrenamiento de fuerza como el aeróbico mejora el control de glucemia, lípidos y la presión arterial.
Asimismo, se debe seguir el tratamiento médico para controlar la salud cardiovascular. Existen diversos medicamentos utilizados para tratar el colesterol alto y los triglicéridos elevados. A continuación se mencionan algunos de los más comunes:

Estatinas:Son los fármacos más recetados para reducir el colesterol. Funcionan inhibiendo una enzima en el hígado que produce colesterol.
Fibratos: Estos medicamentos ayudan a reducir los triglicéridos y aumentar el colesterol HDL (el "colesterol bueno"). El gemfibrozilo y el fenofibrato son ejemplos de fibratos utilizados para este propósito.
Ezetimiba:Es un medicamento que inhibe la absorción intestinal de colesterol. A menudo se prescribe junto con una estatina para mejorar los resultados en la reducción del colesterol.
Ácido nicotínico: También conocido como niacina, es un tipo de vitamina B que puede ayudar a aumentar el colesterol HDL y reducir los niveles de triglicéridos.
Secuestradores de ácidos biliares: Estos medicamentos, como la colestiramina y el colestipol, se adhieren a los ácidos biliares en el intestino y ayudan a eliminar el exceso de colesterol del cuerpo.
Si tienes colesterol o triglicéridos altos, debes consultar con un profesional de la salud para recibir el diagnóstico adecuado y determinar el tratamiento más apropiado en tu caso específico. Estos medicamentos se prescriben según la evaluación individual de cada paciente.

¿Cuál es la dieta adecuada para controlar el colesterol?

Aunque no podemos determinar con exactitud cuál es la dieta ideal, algunos estudios respaldan que las dietas con patrón mediterráneo son especialmente beneficiosas para la salud cardiovascular. Los alimentos más beneficiosos incluidos en este estilo de dieta son: nueces, frutas (excepto las tropicales), verduras de hoja verde, legumbres, granos enteros, pescado, fibra, aves y aceite de oliva. Es importante evitar el uso de cualquier aceite vegetal para cocinar.

Asimismo, ten en cuenta que estos son los alimentos que debes evitar:

  • Mantecas vegetales y margarinas.
  • Comidas rápidas, nuggets, pollo frito, papas fritas.
  • Snacks salados o productos fritos envasados.
  • Aceites utilizados para freír.
  • Chocolatinas, helados y productos no lácteos para el café.
  • Productos de repostería y pastelería.
  • Alimentos congelados como pizzas.
  • Sopas y salsas envasadas.
  • Barras de cereales y pasteles congelados.
  • Productos precocidos como empanadas.
Al seguir estas recomendaciones, podemos favorecer una alimentación más saludable y proteger la salud de nuestro corazón. Recuerda que consultar a un profesional de la salud puede ser útil para recibir orientación personalizada en relación a tu dieta y necesidades individuales.

¿Con qué frecuencia es importante hacerte un análisis de sangre para controlar tus niveles de lípidos?

La frecuencia con la que debes realizarte un análisis de sangre para controlar tus niveles de lípidos puede variar según tus factores de riesgo, antecedentes médicos y recomendaciones de tu médico. Sin embargo, en general, se recomienda que realices un perfil lipídico:
  • Una vez cada 5 años después de los 20 años.
  • En ausencia de factores de riesgo, para personas de 45-65 años se recomienda realizarlo al menos 1 vez cada 1 a 2 años.
  • Anualmente si eres mayor de 65 años.
  • De rutina en pacientes con diabetes, hipertensión arterial, obesidad, síndrome metabólico, antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular.

¿Por qué es importante cuidar tu salud cardiovascular?

Cuidar de nuestra salud cardiovascular es esencial para llevar una vida plena y llena de energía. Existen numerosas razones por las cuales debemos preocuparnos por nuestra salud cardiovascular, y es crucial entender su importancia.

En primer lugar, un sistema cardiovascular saludable es la clave para prevenir enfermedades cardíacas, que son una de las principales causas de muerte en todo el mundo.

Segundo, cuidar de nuestra salud cardiovascular también tiene un impacto directo en nuestra calidad de vida diaria. Un corazón sano nos proporciona la energía necesaria para realizar nuestras actividades cotidianas, desde tareas simples hasta desafíos más exigentes. Al tener una buena salud cardiovascular, nos sentimos más enérgicos, alertas y capaces de disfrutar plenamente de cada momento.

Por último, la salud cardiovascular está estrechamente relacionada con otros aspectos de nuestro bienestar físico y emocional. Las personas con una buena salud cardiovascular tienen menos probabilidades de experimentar depresión, ansiedad y estrés.

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