El virus de inmunodeficiencia humana conocido principalmente como VIH y en su expresión más
complicada como sida, remonta su historia a los años ochenta cuando cobró millones de vidas humanas
y que, de manera incontrolable se convirtió en epidemia. Para aquel entonces la población más
afectada fue los hombres que tenían sexo con hombres, lo que generó un gran estigma social y
señalamiento que hoy en día tiene repercusiones; sumada a esta población, se encontró afección en
las trabajadoras sexuales y consumidores de drogas inyectables.
Estadísticamente, según la OMS para el 2021 habrían 38.5 millones de personas infectadas con el
virus a nivel mundial y el principal medio de contagio sería en el intercambio de fluidos durante
las relaciones sexuales sin protección.
¿Cuál es el impacto de VIH en la salud?
Una vez el virus ingresa al organismo ataca las células CD4 que son precursoras del sistema
inmunológico y se empieza a propagar, aumentando la su carga viral y exponiendo al organismo a
enfermedades oportunistas que lo deterioran y lo llevan al estado más crítico, siendo este el SIDA o
fase avanzada del VIH.
¿Significa que el VIH es una condena a muerte?
En los años ochenta lo fue, pero en la actualidad con los avances de la ciencia y la medicina una
persona con una adecuada terapia Antirretroviral (TAR) tiene la misma expectativa de vida que una
persona no contagiada de VIH. La ONUSIDA, plantea como estrategia poner fin a la epidemia para el
año 2030, con launa población diagnosticada, tratada y con carga viral indetectable, esto debido a
que cuando el virus es controlado, no es detectable y por lo tanto es intrasmisible.
¿Cuál es el principal problema asociado al VIH?
La falta de información y educación sexual, los señalamientos y prejuicios hacen del VIH un tema
importante para la salud mental. Debido, a que una vez la persona es diagnosticada con VIH, debe
adquirir un compromiso a su cuidado, a la prevención de contraer otras enfermedades de transmisión
sexual, y tener hábitos saludables de vida principalmente.
El desconocimiento de los mecanismos del contagio genera discriminación y tabú en el momento de
establecer relaciones con personas seropositivo, pero debe primar la teoría que las relaciones
sexuales seguras son el mejor mecanismo de prevención inclusiva con el uso del PREP (profilaxis
preexposición).
El VIH no se contagia por abrazos, ni compartir ropa en personas diagnosticadas, sin embargo, si se
puede trasmitir cuando la persona tiene suficientes copias del virus, es decir, cuando ha sido
infectado, pero no lo sabe o no se está tratando con el tratamiento antirretroviral (TAR). Esto
cambia el panorama, ya que los propagadores del virus son aquellas personas que no lo saben en la
mayoría de los casos y de allí que la base de la contención para esta patología crónica sea el
diagnóstico oportuno, las pruebas test y chequeos periódicos con el mecanismo para la erradicación
del virus.
¿Se puede tener una relación sexual con una persona que viva con VIH sin
riesgo de infectarse?
Si, para lo cual es fundamental lo siguiente:
⦁ Estado de indetectabilidad.
⦁ El uso de preservativos siempre será el complemento de barrera al virus.
⦁ Terapia preexposición para reducir la posibilidad a la máxima expresión.
⦁ Vida sexual responsable.
¿Puedo tener VIH y llevar una vida normal? Si, una persona diagnosticada con VIH no
se encuentra
rotulada bajo ningún contexto, es una enfermedad crónica que requiere ser tratada y no
estigmatizada. Puedes tener en cuenta:
⦁ El autocuidado a la salud
⦁ Una alimentación adecuada
⦁ Actividad física e integración social
¿Quién puede ser pareja de una persona que vive con VIH? La persona que ame y
decida formar un
vínculo afectivo. El VIH no determina que solo pueden ser parejas seropositivas, y por el contrario
las relaciones serodiscordantes (una persona positiva y la otra no), son la muestra de amor, empatía
y respeto lo cual es fundamental en cualquier tipo de relación. Ten presente que, no debe existir un
señalamiento ni discriminación al momento de escoger a quien se desea tener en la vida.
John Alexander Araujo
Psicólogo
Máster en VIH y Educación Sexual