¿Para qué sirve un Oxímetro de pulso o pulsioxímetro?
¿Para qué sirve un Oxímetro de pulso o pulsioxímetro?
¿Para qué sirve un Oxímetro de pulso o pulsioxímetro, cómo funciona y
por qué tenerlo en casa?
Recientemente se ha popularizado la compra de Oxímetro de pulso (pulsioxímetros) como un dispositivo
para tener en casa y desde la opinión de expertos podríamos decir que esto ocurre como consecuencia
de la detección de varios casos en los que un paciente puede presentar descensos de la saturación de
oxígeno en la sangre que pueden llegar a ser graves, sin percibir sensación de dificultad
respiratoria y aunque no es algo muy común, o al menos no lo era hasta la aparición del COVID-19, a
la también llamada “hipoxia feliz” se le relaciona con esta enfermedad, concretamente con algunas
formas de neumonía que se presentan en la infección por coronavirus.
Cuando comenzaron los ingresos por coronavirus en la pandemia los especialistas se encontraron con
algo solo visto en enfermedades neurodegenerativas; normalmente, las personas que sufren un cuadro
de hipoxia grave se agitan y empiezan un mecanismo compensador: toda la musculatura costal se pone
en marcha para intentar suplir la falta de oxígeno; Sin embargo, durante esta pandemia se evidenció
que muchos pacientes con hipoxia grave no tenían esta reacción y a pacientes que estaban hipóxicos a
pesar de que manifestaban sentirse bien, presentaban valores de saturación de oxigeno bajas. Fue
entonces cuando los especialistas se percataron de que en un número importante de pacientes con
neumonía por covid-19 podrían tener una alteración neurológica de los receptores y no detectaban la
baja saturación de oxígeno, por eso el paciente no se comporta como si tuviera una falta de oxígeno.
Lo grave es que, en esas circunstancias, la situación clínica no avisa del problema que tiene el
paciente y si se carece de un mecanismo de alerta, podría ser muy tarde para otorgar la asistencia
requerida.
La solución en estos casos puede ser tener a mano un pulsioxímetro, un dispositivo médico que de una
forma no invasiva mide los valores de oxígeno en sangre. El aparato utiliza un método fotoeléctrico
que emite luces rojas e infrarrojas, a través de las cuales se mide la luz que se absorbe cuando no
hay latido —tejidos y sangre venosa— y cuando hay latido —tejidos y sangre arterial, onda pulsátil—.
Comparando ambas absorbancias calcula las concentraciones de hemoglobina oxigenada y sin oxigenar
(la hemoglobina transporta el oxígeno a los tejidos) y nos muestra el porcentaje de saturación de
oxígeno en sangre.
¿Cómo usar un pulsioxímetro?
Para que la medición sea fiable hay que colocar la pinza del pulsioxímetro en una superficie
traslúcida
del cuerpo, habitualmente un dedo. No necesita calibración y las únicas recomendaciones son estar en
reposo, ya sea sentado o acostado, colocar el dedo índice de manera que la luz incida sobre la
superficie de la uña, tener el dedo relajado, para lo que es recomendable colocar la mano en el
pecho, a
la altura del corazón, y esperar durante algunos minutos hasta que el nivel medido quede
estabilizado.
Además, todos los pulsioxímetros deben captar también la onda de pulso, que suele verse dibujada en
la
pantalla y es muy importante que este pulso se vea de manera clara y constante con los menores
altibajos
posibles.
En cuanto a sus limitaciones, se reducen a cualquier elemento que dificulte la captación de la
emisión,
como tener uñas postizas, pintadas o sucias o que se mueva la pinza de donde la hemos colocado.
Además
hay que tener en cuenta determinadas situaciones que dan resultados menos fiables, como la medición
en
personas con anemia, que son hipotensas o que padecen insuficiencia cardiaca. En esos casos, lo que
funcionan bien son las tendencias: si he tenido todo el tiempo 87 y de repente tengo 83 es que estoy
peor, pero en personas que no tengan estos problemas, los pulsioxímetros son muy prácticos y
fiables”.
Fuente de referencia:
https://elpais.com/buenavida/salud/2021-01-26/merece-la-pena-tener-un-pulsioximetro-en-casa.html